Gracias a su sólida base industrial, su mano de obra cualificada y su integración en la Unión Europea, Polonia constituye una plataforma ideal para que tanto las nuevas empresas como las corporaciones consolidadas amplíen sus operaciones. Su diversa economía está impulsada por sectores clave como la industria manufacturera, la tecnología, la automoción y la agricultura. La ubicación de Polonia en la encrucijada de las principales rutas comerciales europeas la convierte en un centro estratégico para la logística y la distribución.

El competitivo tipo del impuesto de sociedades del país, junto con diversos incentivos a la investigación y el desarrollo (I+D) y a la inversión en zonas económicas especiales, ha hecho de Polonia un lugar cada vez más atractivo para las empresas extranjeras.

El gobierno promueve activamente el espíritu empresarial y la inversión mediante incentivos fiscales, subvenciones y procedimientos simplificados de registro de empresas. Las estructuras empresariales más populares en Polonia son la Spółka z o.o. (Sociedad de Responsabilidad Limitada) y la Spółka Akcyjna (Sociedad Anónima), que ofrecen protección jurídica y flexibilidad operativa a los accionistas. Las normas de gobierno corporativo de Polonia se ajustan a la normativa de la Unión Europea, lo que garantiza un entorno empresarial seguro y fiable.

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